Cuando tu rival no tiene reacción

noviembre 21, 2012 , 0 Comments


El excampeón mundial de ajedrez Anatoly Karpov siempre ha sido un verdadero especialista en mejorar su posición poco a poco hasta convertir una minúscula superioridad en ventaja decisiva. La idea de ir mejorando paulatinamente la posición de nuestras piezas resulta especialmente útil en dos situaciones: cuando tenemos una pequeña ventaja y nuestro rival debe permanecer pasivo, y cuando tenemos una ventaja importante y nuestro rival tampoco tiene ningún tipo de contraataque o reacción. Como vemos, ambos casos se caracterizan por la imposibilidad de nuestro oponente de plantear problemas, crear amenazas o desarrollar algún tipo de juego activo. 

Estas situaciones debemos de aprovecharlas actuando sin prisas y mejorando cada detalle de nuestra posición (muy especialmente la posición de nuestro rey, como veremos más adelante) antes de realizar el asalto definitivo. Veamos un ejemplo de cada caso.

Comencemos con las pequeñas ventajas posicionales. 

La siguiente posición pertenece a la partida Karpov - Spassky de 1979. Es indudable que las blancas están mejor, debido a su mejor estructura de peones. Las negras cuentan con una importante debilidad, el peón central aislado, pero como vamos a ver Karpov no tendrá prisa en atacarlo, y antes del asalto definitivo mejorará su posición.


Karpov - Spassky  Motreal 1979
Juegan Blancas

Todas las piezas blancas presionan el peón aislado negro, excepto el alfil de casillas negras que evidentemente no puede atacarlo. Todas las piezas negras se concentran en la defensa de su peón débil, exceptuando también en este caso el alfil de casillas negras.

En estas situaciones resulta temático buscar un ruptura en e4, aprovechando la presión que ejercen las piezas mayores blancas a través de la columna d. Sin embargo esto no es posible, dado que la torre de d7 está perfectamente defendida y, por tanto, las negras podrían capturar en e4 eliminando de paso su peón débil.

La idea principal de Karpov resulta extraordinaria: expulsar el alfil de e6 mediante el avance del peón f hasta f5 de manera que la torre de d7 no esté defendida por todas las piezas negras y, de ese modo, la ruptura en e4 sea posible.

De momento el peón de f2 no puede avanzar, así que Karpov prepara dicho avance.

26.g3 Af8 27.Ag2 Ae7 



28.Dh5 

Sin prisas. Karpov no inicia aun el avance de su peón f. Con la jugada textual amenaza e4 grancias a la clavada del peón de d5 a través de la quinta fila.

28...a6 

Defendiendo la dama de b5 de manera que e4 continúe sin ser posible.

29.h3 

Y de nuevo vemos como Karpov actúa sin prisas. Ahora pasa a mejorar la posición de su rey, antes de culminar su plan.

29...Dc6 



30.Rh2 Db5 31.f4 

Por fin Karpov se decide a realizar este avance, pero no se precipitará en culminar su plan hasta que no esté totalmente satisfecho con la situación de su rey.

31...f6 32.Dd1 Dc6 33.g4 g5 



La estrategia blanca supone un éxito por dos motivos: la posición blanca ha ido mejorando lentamente y, por otra parte, los cambios que ha sufrido la posición negra sólo han servido para crear nuevas debilidades. Pero, como vamos a ver, Karpov no se precipita en avanzar hasta f5 y ahora decide que, puesto que la diagonal h2-b8 quedará despejada cuando se realice dicho avance, el rey estará mejor en otra casilla.

34.Rh1 a5 35.f5 Af7 



Y por fin llega el momento de culminar el plan.

36.e4 Rg7 37.exd5

Nada podían hacer las negras para defender su peón. Tras esto, Karpov se impone sin problemas.

37...Dc7 38.Te2 b5 39.Txe7 Txe7 40.d6 Dc4 41.b3 1-0


Ahora vamos a ver un ejemplo de lo importante que puede resultar mejorar la posición de nuestras piezas y, muy concretamente de nuestro rey, antes de completar el asalto definitivo en posiciones de gran ventaja en las que nuestro rival no tiene otra opción que permanecer pasivo.

La siguiente posición pertenece a una reciente partida de uno de mis alumnos del grupo de tecnificación online. Se enfrentaba, con blancas, a un rival teóricamente más fuerte. Pero a pesar de los más de 300 puntos de elo de diferencia las blancas, gracias a un extraordinario juego posicional, consiguieron una ventaja que debería ser decisiva.


Andrés Sánchez (2076) - Paolo Ladrón de Guevara (2385)

Estamos en lo cierto si pensamos que deben existir muchos caminos diferentes con los que las blancas podrían imponer su ventaja de material. La cuestión es cual es el mejor en la práctica. Quiero hacer hincapié en esto último: lo mejor en la práctica. Una cosa es que un módulo de análisis nos proponga un camino que lleva a la victoria y otra cosa es que durante la partida ese sea el camino más efectivo. Durante una partida debemos elegir la opción más sencilla, la que deja con menos opciones al rival, y en la que no resultaría fácil cometer errores incluso en apuros de tiempo. Si tratamos esta posición "a lo Karpov" podemos pensar en mejorar nuestras piezas antes del asalto final. La maniobra Df3 seguida de Rg2 sería una buena idea. Si nos fijamos atentamente, en la posición del diagrama la dama blanca presiona en d5, lo cual es importante puesto que este será un de los objetivos de ataque principales. Sin embargo, desde g2, la dama blanca apenas tiene capacidad de maniobra. Sólo puede mover a f3, f1 o h1. Si la situamos en f3 la dama no sólo apuntará a d5 sino que tendrá también en f7 un posible objetivo en el futuro. Además podría cambiar de intenciones más adelante y buscar nuevos horizontes con ideas del tipo De2-Db5 o sencillamente Df4 si el alfil negro deja de controlar esa casilla. También es importante mencionar que el rey estará mejor en g2 que en g1. De momento, por ejemplo, no se puede capturar en d5 con la dama debido al ataque a la descubierta que se produciría tras 49.Dxd5?? Ah2+ seguido de 50...Dxd5 ganando la dama. Mantener el rey en una casilla blanca será por tanto una mejor opción.

Una posible continuación para la partida, siguiendo la idea del artículo podría haber sido:

49.Df3 Ac7 (amagando con "montar el tren" con Dd6) 50.Rg2 Ad8 (controlando una posible incursión de la torrre blanca por b6. hay que decir que no es posible 50...Dd6 por 51.Tb5 y el peón de d5 cae.) 51.Tc1 (para entrar en c5 y ganar el peón de d5) 51...Ae7 (51...Ab6 52.Df4 mejorando cada vez más la posición) 52.Ta1 (para entrar en a5) 52...Ad8 53.Ta6 y las blancas han mejorado paulatinamente la situación de todas sus piezas con lo que la posición negra se desmorona casi "sin hacer nada".


Posición de análisis.

Desgraciadamente para las blancas su elección no sirvió para mejorar sus piezas. La jugada de la partida fue 49.f4 que, en realidad, supuso el comienzo de los problemas para las blancas. Por supuesto que la partida continúa estando ganada tras esa jugada, pero el camino ya no será tan sencillo y eso, cuando el tiempo no sobra, supone un problema. De pronto la posición del rey ya no será tan segura. El peón de e3 podrá ser atacado en algunas variantes. Insisto, la partida sigue estando ganada y, por supuesto, si al final las blancas no consiguieron imponerse y tuvieron que conformarse con el empate, fue debido a un error posterior. Lo que ocurre es que con la jugada 49.f4, de alguna manera, se "abre la veda" para futuros errores. Las negras de pronto, tienen otras posibilidades que permanecer pasivas. Pueden tener alguna esperanza en crear problemas contra el rey enemigo y contra el peon de e3, algo inimaginable hace tan sólo un momento. Los posibles apuros de tiempo, las dificultades técnicas, las posibles imprecisiones o errores, ahora juegan a favor de las negras.

Muchas veces pensamos que perdemos por el último error que cometemos, pero debemos darnos cuenta de que, en ocasiones, estos errores llegan precedidos por decisiones que no son sanas.

Tenéis este artículo en pdf y una base de datos con las partidas que se incluyen en la sección de descargas de mi página web.

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Luison

Entrenador de ajedrez y director de Capakhine, la revista de ajedrez para los niños y sus padres.

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