Magnus Carlsen es humano
Los que pensaban que Magnus Carlsen era un robot que se hacía pasar por humano o un extraterrestre cuya mente alienígena era incapaz de cometer errores verán su teoría echada por tierra tras la partida que jugó ayer el héroe nórdico contra el joven talento italiano Fabiano Caruana.
El joven noruego no cometió uno, ¡sino dos! importantes errores en la partida que los enfrentaba en el Memorial Tal. El primero de los errores perdía un peón de una manera un poco absurda y el segundo de los errores impedía salvar un final de torres con peón de menos que todavía parecía entablable (bonita palabra: "entablable", probad a decirla rápido cuatro veces seguidas).
Veamos pues la partida en la que el rey se convirtió en plebeyo. Veamos al dios jugando a ser humano, incluso bajando a los infiernos. La partida contiene varios momentos de gran interés de los que trataremos de extraer diversas enseñanzas.
Si lo preferís podéis ver la partida completa con los comentarios en este visor de ajedrez.
Carlsen,Magnus (2864) - Caruana,Fabiano (2774) [A07]
8th Tal Memorial Moscow RUS (3.3), 15.06.2013
1.Cf3 Cf6 2.g3 d5 3.Ag2 c6 4.0–0 Ag4 5.c4 e6 6.cxd5 Axf3 7.Axf3 cxd5 8.Cc3 Cc6 9.d4 Ae7 10.e3 0–0 11.b3 Da5 12.Ab2
12...Aa3
No parece que las negras hayan tenido demasiados problemas para igualar (tampoco eso suele suponer ningún problema a Carlsen, especilista en exprimir posiciones igualadas). Si las blancas tenían alguna esperanza de aprovechar en el futuro la pareja de alfiles tendrán que esperar a otro día más afortunado. En cualquier caso la pareja de alfiles tampoco parecía nada especial en una posición con tantos peones en el centro y donde las blancas tendrían muchas dificultades para tratar de abrir la posición. Pero en cualquier caso Caruana no quiere sustos más adelante y prefiere eliminar uno de los alfiles enemigos.
13.Dc1 Axb2 14.Dxb2
14...Tfc8
Aparece ahora una cuestión que con frecuencia comento con mis alumnos. Algunos aficionados tienen ciertas dificultades para entender este tipo de jugadas, ya que les parece más natural llevar la torre de a8 a c8, en lugar de la torre de f8, como en la partida. Tratemos de poner algo de luz en este tema.
Existen dos razones por las que la jugada textual es más precisa:
1.- El juego se está centrando en el flanco de dama, sin que parezca que haya muchas probabilidades de que se establezca lucha alguna en el flanco de rey. Por tanto será más útil, además de contar con una torre en la columna abierta, contar con la otra en el flanco de dama. La torre de a8 podría ser útil más adelante si se producen avances de peones en el flanco de dama. Por ejemplo, si las blancas acaban llevando un peón a b4, las negras podrían acabar rompiendo en a5 y ahí sí que se vería mucho más útil tener la torre en a8.
2.- La dama negra puede verse obligada (o sencillamente desear voluntariamente) regresar a su casilla de origen (d8). En una situación como esa, en caso de tener el negro una torre en f8 y otra en c8 la dama sería un estorbo, ya que las torres no quedarían conectadas. Consecuentemente la lucha por la columna abierta sería menos efectiva. En cambio tras la jugada textual la dama podrá retirarse a d8 sin molestar a las torres.
15.Tac1
En realidad suele ser más natural Tfc1 por las razones expuestas en el comentario anterior.
15...Ce7 16.Ca4 Cd7
17.Cc5
Un error difícil de entender, sobre todo teniendo en cuenta que el mismísimo Magnus Carlsen lleva las piezas blancas. Es cierto que las blancas no tenían ninguna ventaja significativa en esta posición, pero existen más de media docena de jugadas para el blanco tras las que no quedaría peor.
17...Cxc5 18.dxc5 Txc5 19.b4
19...Tb5
Resulta difícil pensar que Carlsen no hubiera visto esta jugada, pero la realidad es que las negras quedan ahora con peón de más.
20.a3 Dd8
Es cierto que la torre negra parece no haber quedado demasiado bien, pero gracias a la ruptura en a5 las negras no deberían experimentar demasiadas difultades para solucionar ese problema.
21.e4 a5
Ahora nos damos cuenta claramente de que es mucho mejor haber mantenido una torre en a8 en lugar de haberla llevado a c8.
22.exd5 Cxd5 23.Tc5 Db6 24.Txb5 Dxb5 25.Axd5 exd5
El peón de más ahora es un peón pasado, aunque la tarea de las negras para imponerse no parece nada sencilla, y de hecho, como vamos a ver, Carlsen todavía mantiene sus posibilidades de tablas.
26.Tc1 Te8 27.Dd4 axb4 28.axb4 h6 29.Rg2 b6 30.Td1 Te4 31.Dxd5 Dxd5 32.Txd5 Txb4
Y estamos ante uno de los finales más frecuentes en la práctica: torre y 4 peones contra torre y 3 peones. En concreto 3 contra 3 en el mismo flanco y uno pasado en el otro flanco. Probablemente, la versión más frecuente de este final es con el peón pasado en la columna a, aunque a veces nos encontramos con esta otra versión.
Normalmente las posibilidades de defender con éxito este final pasan por jugar de manera activa en el flanco de rey, algo que como vamos a ver Carlsen hace desde el primer momento.
33.h4 Rf8 34.Td7 Te4 35.Tb7 Te6
Las negras defienden su peón pasado lateralmente, algo que suele ser preferible a defenderlo con la torre propia por delante, tal y como ocurría hasta ahora. Claro que la opción más deseable sería defenderlo por detrás (desde b8) para al mismo tiempo apoyar su avance, pero esa circunstancia aquí no es posible.
36.g4
Como comentábamos el bando débil debe jugar activo en el flanco de rey, tratando de crear alguna debilidad o tener la posibilidad de progresar con su rey en caso de que, en algún momento, como suele ocurrir en estos finales, las negras decidieran llevar su rey hacia su peón pasado, para apoyar su avance.
36...g5 37.f4 gxf4 38.Rf3 Tf6 39.g5 Tc6 40.Rxf4 h5
La estrategia de las blancas para defender el final ha sido un éxito, ya que los peones negros del flanco de rey han quedado débiles, lo que no permite a las negras llevar su rey hacia el flanco de dama en ayuda de su peón.
41.Rf5 Rg7 42.Tb8
42...Tc5+ 43.Rf4 Tb5
Decíamos antes que la defensa lateral del peón suele ser preferible pero, como el negro no contaba con la posibilidad de llevar su rey hacia el flanco de dama, tal y como explicábamos en el comentario anterior, las negras prueban ahora con esta disposición de piezas que le permite dar jaques contra el rey blanco y poner un ojo en h4.
44.Re4 Tb1
44...Tb4+ 45.Rf5 Txh4 46.Txb6 nos llevaría a un final donde las blancas entablan sin problemas.
45.Rf5 Tb2 46.Rf4 Tb4+ 47.Re5 Rg6 48.Tg8+ Rh7
49.Tf8
El error decisivo, ya que las negras se adentran de manera lineal en un final ganado de torre y peón contra torre.
49.Tb8 era imprescindible, manteniendo atacado el más peligroso de los peones negros. 49...Rg7 50.Rf5
49...Txh4 50.Txf7+ Rg6 51.Tf6+ Rxg5 52.Txb6 Ta4
El corte horizontal que ejerce la torre sobre el rey impide que éste pueda acercarse al peón, con lo cual las negras conseguirán avanzar su peón con la ayuda de su rey. Todavía, no obstante, las negras deberán conducir el juego con precisión.
53.Tb8 Rg4 54.Tg8+ Rf3 55.Tf8+ Rg3 56.Tg8+ Rh2
Las blancas no cuentan con más jaques, por lo que las negras se disponen a avanzar su peón.
57.Rf5
Si las blancas buscan ahora los jaques laterales con 57.Tb8 entonces 57...h4 58.Tb2+ Rg3 59.Tb3+ Rg4 y de nuevo el rey negro se escapa de los jaques y puede seguir avanzando su peón.
57...h4 58.Tb8 h3 59.Rg5
Las blancas amenazan con dar jaques laterales y el rey negro no podría escapar por h4, así que las negras deben tomar medidas ante dicha amenaza.
59...Te4
Única para ganar. Si las negras evitan los jaques laterales con 59...Ta2 60.Rh4 y las negras no progresan (todavía podrían jugar Ta4+ seguido de Te4 retomando la variante ganadora).
60.Rf5
También pierde 60.Tb2+ Rg1 61.Tb1+ Rf2 62.Tb2+ Te2
60...Te2 61.Tg8 Tg2 62.Td8 Tf2+
0–1
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