Me ha llamado la atención la facilidad con la que el G.M. Rublevsky se ha impuesto a su colega Naiditsch en un final de torres que parecía bastante complicado. Los buenos jugadores marcan la diferencia en los finales. En muchas ocasiones podemos leer en libros y publicaciones la recurrente frase "el resto es cuestión de técnica", incluso en posiciones que no parecen nada sencillas.

Rublevsky, en su partida de hoy, ha realizado una gran exhibición de técnica. Veámoslo.

41.g5 fxg5 42.Rf5 Th6

Parece mejor 42...g4 43.Rxg4 Rf6 donde las blancas no pueden progresar con facilidad.


43.Rxg5 Ta6 44.Tb3 Txa2 45.Txb7+ Rg8 46.Rf5 Ta1 47.Rxe5 a5 48.Rd4 a4 49.Rc3 a3



50.b4


50...Rf8 51.Rb3 Th1 52.Rxa3 Txh5 53.Td7

La torre se sitúa en la columna d para impedir que el rey se acerque al peón pasado.

Re8 54.Td4 Th7 55.Ra4



Las blancas avanzarán su peón pasado con ayuda de su rey.

1-0