Interferencias
Es difícil que durante una partida nuestra mente no se vea invadida por una serie de pensamientos que nada tienen con lo que ocurre dentro del tablero. Nuestra situación en el torneo, la fuerza de nuestro rival (sea mucha o poca), el ELO que se puede ganar o perder dependiendo del resultado final, lo que está ocurriendo en otras partidas que se están disputando en ese momento y que afectan a nuestra posición en la clasificación, lo que está pensando de nuestro último movimiento la persona que se encuentra mirando la partida en ese momento…y un largo etcétera.
No son más que interferencias que nada nos van ayudar a tomar las decisiones oportunas en el tablero. De todas esas interferencias voy a comentar un par de ellas en este artículo que son verdaderos lastres que llevan a cuestas algunos jugadores: el miedo a perder o la obsesión por ganar. Ambas demuestran que para el jugador lo más importante es el resultado. Si estamos hablando de jugadores en progresión, que no son profesionales y cuya vida no depende de ganar muchos torneos, esto es especialmente grave.
Ofrecer o aceptar tablas con mucha frecuencia en fases tempranas de la partida, aceptar tablas en posiciones superiores, realizar multitud de jugadas defensivas, no ser capaz de lanzar un ataque cuando la posición lo requiere, buscar simplificaciones innecesarias, buscar repeticiones de jugadas cuando no son necesarias, tratar de llegar a posiciones simétricas, apurarse excesivamente de tiempo, son algunos de los males en los que se refleja el miedo a perder.
Evitar el empate a toda consta, querer forzar de manera suicida en finales de igualdad, querer atacar cuando la posición no lo requiere, no aceptar las tablas bajo ningún concepto, evitar simplificaciones que tal vez son necesarias, buscar complicaciones desfavorables, arriesgar innecesariamente, y también en este caso apurarse excesivamente de tiempo, son algunos de los males en los que se refleja la obsesión por ganar.
Es fácil entender que ni una cosa ni otra ayudan a practicar un buen ajedrez. La receta es fácil de decir, pero difícil de hacer: hay que entender que el resultado sólo es parte de la partida, y no precisamente la parte más importante.
2 comentarios:
¡Excelente Artículo! Esta describe un problema que cada jugador que busque mejorar su nivel de competitividad tiene que atender.
Si, por propia experiencia reconozco, que muchas veces nuestras jugadas no estan movidas por el raciocinio tranquilo, sino por causas externas: Miedo a perder, nervios, falta de confianza o exceso de ella, menospreciar al adversario o sentirse abrumado por un rival de mayor ELO. Creo que en el momento en que buscamos jugar una buena partida de ajedrez sin importarnos del resultado en desmedida, empezaremosa disfrutar mas y a jugar mejor. Muchas veces la tensión nos hace cansarnos más de la cuenta y llegar a finales literalmente agotados y con apuros de tiempo.
Como dice Luis, cuando estamos aprendiendo ajedrez, el resultado es solo una parte más de la partida. ;-)
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