Buscando el empate
Me encuentro en estos momentos disputando el Abierto Internacional de Navalmoral de la Mata y hoy he debido enfrentarme al mismísimo Ulf Andersson, leyenda viva del ajedrez, que llegó a ser número 4 del mundo hace más de dos decadas. Sin duda ya no es el que era, de hecho tuve la suerte de entablar con él una partida semirrápida hace no mucho, aunque hoy no he tenido la misma suerte.
Unos minutos antes de comenzar la partida el G.M. rumano Mihai Suba (otra leyenda del ajedrez) me recomendaba: "juega algo sólido y ofrece tablas, creo que no tiene muchas ganar de jugar...". La idea de jugar buscando el empate ha estado en mi mente durante toda la partida, por lo que al final he obtenido el resultado lógico en estos casos: he perdido.
Con blancas he "conseguido" llegar a una posición muy simétrica, de igualdad clara y entonces he ofrecido tablas. Ofrecerle tablas al jugador que protagonizaba las portadas de las revistas de ajedrez justo en la época en que yo me aficionaba al juego no es nada sencillo. Lo he hecho en inglés. "I offer draw", con un hilillo de voz que apenas salía de mi cuerpo. De hecho he pensado que no me había escuchado, por lo que un par de jugadas después y esta vez en español (recordando que un amigo me había comentado que hablaba castellano) he vuelto a ofrecer tablas. Existe una regla implícta que recomienda no volver a pedir tablas una vez que te las han rechazado, pero estaba convencido de que no me había oído, puesto que no contestó nada. En ese momento me ha mirado y, en un perfecto castellano me ha dicho "hoy quiero jugar".
Poco después he arruinado mi igualdad con un error absurdo, pero claro, la cabeza estaba preparada para la paz y cuando había que luchar se ha venido abajo.
Moraleja: Si quieres hacer tablas...¡juega a ganar! y si quieres ganar, también.
Unos minutos antes de comenzar la partida el G.M. rumano Mihai Suba (otra leyenda del ajedrez) me recomendaba: "juega algo sólido y ofrece tablas, creo que no tiene muchas ganar de jugar...". La idea de jugar buscando el empate ha estado en mi mente durante toda la partida, por lo que al final he obtenido el resultado lógico en estos casos: he perdido.
Con blancas he "conseguido" llegar a una posición muy simétrica, de igualdad clara y entonces he ofrecido tablas. Ofrecerle tablas al jugador que protagonizaba las portadas de las revistas de ajedrez justo en la época en que yo me aficionaba al juego no es nada sencillo. Lo he hecho en inglés. "I offer draw", con un hilillo de voz que apenas salía de mi cuerpo. De hecho he pensado que no me había escuchado, por lo que un par de jugadas después y esta vez en español (recordando que un amigo me había comentado que hablaba castellano) he vuelto a ofrecer tablas. Existe una regla implícta que recomienda no volver a pedir tablas una vez que te las han rechazado, pero estaba convencido de que no me había oído, puesto que no contestó nada. En ese momento me ha mirado y, en un perfecto castellano me ha dicho "hoy quiero jugar".
Poco después he arruinado mi igualdad con un error absurdo, pero claro, la cabeza estaba preparada para la paz y cuando había que luchar se ha venido abajo.
Moraleja: Si quieres hacer tablas...¡juega a ganar! y si quieres ganar, también.
1 comentarios:
Bonita anécdota Luis!
Cómo los envidio a ustedes los españoles, tener a los grandes del ajedrez tan a la mano!
Muchas gracias por tu gran blog, he aprendido montones.
Sigue adelante y que Dios te bendiga.
Jairo Nuñez
San José, Costa Rica
(mi blog: la fiestadelajedrez.blogspot.com)
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